Un espectáculo unipersonal lleno de belleza amarga, poesía, circo y guerra, narrado con el lenguaje de los objetos, en un homenaje a la memoria y al recuerdo del Circo Anastasini, que desapareció en Lodosa un 19 de julio de 1936. Una ofrenda a aquellas personas olvidadas a las que nadie llevó flores…