
La relación entre Titirimundi, Segovia y su público celebra este año su 34º aniversario. Como en cualquier relación, 34 son muchos años. No se pasa tanto tiempo junto sin acabar conociendo al otro muy bien.
Además, se puede saber mucho sobre la calidad de una relación escuchando lo que una de las partes dice de la otra. A nosotros nos hablan los artistas, los que vienen de fuera a trabajar unos días en Segovia.
Nos hablan de la dignidad con la que se sienten tratados como artistas y el respeto que perciben por su profesión (después de todo, Titirimundi fue creado por uno de ellos).
Celebran la alegría con la que son acogidos por la organización, los voluntarios y la ciudad.
Les asombra la comunión del evento cultural con la Ciudad; lo profundas que parecen las raíces del Festival en Segovia. Los rincones públicos y privados que se abren para ser convertidos en escenarios. Los colegios trabajando en el aula durante el año para crear una obra de teatro y actuar frente al público de Titiricole.
A todos les encanta la literalidad con la que el título de “Festival” responde a la realidad del evento.
Pero si hay algo de lo que hablan los artistas que vienen a Titirimundi, es de su público.
Los que actúan por primera vez en Segovia detectan rápidamente que están ante un público especial, uno que “sabe” ver teatro. Respetuoso con el hecho artístico a la vez que apasionado por él, un público que llena plazas, iglesias y patios para ver teatro de títeres.
Los que llevan años viniendo reconocen que es una cita que esperan con ilusión desde que, un año antes, saben que van a venir a Segovia. Cuando llegan reconocen al público como a un amigo al que ven cada cierto tiempo. Y recuerdan cómo eran antes, el Festival y ellos, y cómo son ahora, más viejos, más listos, más cómplices.
El tipo de confianza que se establece en una relación como esta es muy especial.
Siempre afrontamos el comienzo del Festival desde esa confianza, este año mucho más.
Confiamos en nosotros, en todos. Artistas, organización, público. Confiamos en que seremos todos responsables, responsables como sólo lo somos cuando una relación nos importa de verdad.