Clasificación por edades: +7 años

La Mandale nació por casualidad con un espectáculo de títeres de guante. Un espectáculo, que llevaba el nombre de Ciudadano P, creado entre una sala y un granero, entre un instante en el que nadar en el río y una visita a una tía anciana, soñando a la vez con una comida en Tati Georgette. Luego, La Mandale siguió su camino, esta vez de manera voluntaria, con La peluca de Andy Warhol y Lulu. “Los experimentos mentales que realizamos en el gran laboratorio de lo imaginario son también exploraciones realizadas en el reino del bien y del mal”, cuentan, parafraseando al filósofo francés Pablo Ricoeur. En este caso, en el montaje que traen a Titirimundi, Les impavides Bretons su deseo es contar una oscura historia de cañerías, es hacer como el salmón: volver a los orígenes, saltar dentro de la creación, y tal vez, como ellos dicen, visitar Noruega… “Aunque, de momento, Titirimundi nos parece un océano de ilusión”.

Bretaña es una tierra de leyenda y misterio, y allí el misterio crece en una casa. Una casa donde una ducha gotea… Loïc, Erwan y Erwan sumergen al público en una trepidante serie documental que destaca el lado más oscuro de nuestros hogares: las cañerías. ¿Qué pasa en las tuberías de nuestras casas? Todo lo que vemos es un agujero, un agujero negro en el que todo pasa desapercibido, o todo se escapa en un instante para ser olvidado y tratado en otra parte. Y sin embargo, los canales están ahí, nos rodean, pasan por nuestros hogares, tejen una red misteriosa en nuestras paredes. Las tuberías están junto a nosotros y nosotros estamos al lado.

El espectáculo, envuelto en música tradicional con canciones bretonas, es toda una reflexión más allá del simple agujero negro, es superar el miedo a lo desconocido e investigar de manera científica, siguiendo el refrán bretón “es más decente tener una nariz grande que dos pequeñas”, las tripas de aquello que hay escondido en nuestro interior.