Titirimundi ha ido creciendo poco a poco, y de las 15 compañías con las que nació, reunió a 46 en 2008 y dio vida en ese año a casi 400 funciones en tan sólo 8 días del mes de mayo en Segovia. Además, hoy abre sus brazos a casi la totalidad de las ciudades que conforman la comunidad de Castilla y León, Madrid, Pamplona, Redondela y hasta Portugal, extensiones del Festival donde se pueden ver algunos de los montajes en sus calles y teatros. Convertido en un sello indiscutible de calidad y distinción por su origen, continuidad, rigor en la selección de artistas y notoriedad, y cuidado pro el público y los artistas, durante estos años han pasado cerca de 881 compañías de 50 países, que han mostrado su arte en las calles, plazas, patios, iglesias, teatros y rincones históricos de Segovia. Esto sólo es posible gracias a una gestión que ha alcanzado gran magnitud a través de un equipo pequeño formado por profesionales capaces de improvisar retos y de tomar decisiones en momentos de crisis, y la ayuda de unos voluntarios, en torno a cien, que llegan desde distintos puntos de España y el extranjero, y que están al cuidado de los espacios repartidos por la ciudad. Llueva, nieve, o caiga un sol de justicia, Titirimundi siempre ha apostado por sus espectáculos.
En toda su historia solo 7 han sido cancelados por lluvias torrenciales en el mes de mayo, improvisando sobre la marcha lugares para poder guarecer otros montajes al aire libre y haciendo que el festival continuase con su ritmo. Hoy se puede decir que es “uno de los mejores festivales de títeres del mundo”, como aseguran los profesionales del teatro, y uno de los pocos que, con carácter anual y con sus características, se celebra con una fidelidad de público asombrosa, prestigio profesional y artístico, y una gran trascendencia, confianza y apoyo de la sociedad. Hoy, con el mismo asombro que provocan los magos, Titirimundi es una invitación a entrar al mundo de la utopía, a ese mundo en el que todo se pone en tela de juicio…

Álex Jorgensen. Barti, espectáculo en la Plaza de San Martín